Por Juan Hidalgo

Este es nuestro amigo Pelencho, quien vivió casi toda su vida en Tenares y, murió ayer en la comunidad de Yaiba, Municipio de Castillo. A este hombre conocía desde hace muchos años, cuando era trabajador de confianza en la casa de Don Guaro Escoto, donde vivió mucho tiempo.

Trabajador incansable; era cargador de comilones, su condición de ser trabajador y honrado, le mereció, que muchas personas confiaran en él y, le asignaran responsabilidades especiales, a quienes nunca defraudó.

Su última ocupación en Tenares, le fue asignada por la Señora Enma Cruz Viuda Sánchez, para cuidar su casa materna, donde vivía la monjita frente a la plazoleta municipal Don Julian Javier.

De su alimentación y cuidado, lo hacían de manera espontánea y desinteresada, las monjas del Movimiento de Schoenstatt, en la Mater de Tenares, también lo hacían, Doña Enma y su esposo recientemente fallecido, el Doctor Bienvenido Sanchez.

Hace unos pocos meses, Pelencho le manifestó a las monjas, su interés de regresar a pasar sus últimos tiempos de vida, con sus familiares en su comunidad natal en Yaiba. Ellas, de manera muy razonable, accedieron a su deseo y fueron a llevarlo de manera formal, lo dejaron allá con sus familiares pero, siempre estaban pendientes de él y, lo visitaban en la medida de sus posibilidades, constituyendo esto, una obra de bien de estas monjas de nuestra Mater de Tenares.

Además de poseer las condiciones que he mencionado, debo decir que Pelencho, fue un hombre de buen humor, no hacía confrontaciones, buen soldado, muy colaborador, dispuesto y, sobretodo se caracterizó por su humildad.

Que Dios lo tenga en un buen lugar y que descanse en paz.

Bendiciones.

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