En el marco de la celebración del centenario del nacimiento del héroe nacional, Rufino de la Cruz, se erige un conmovedor monumento en forma de un espléndido mural, creado por el renombrado pintor y muralista Ismael Checo.

Este magistral mural no solo es un acto de justicia histórica, sino también un emotivo tributo que perdurará en la memoria colectiva. Al adentrarse en la contemplación de esta obra maestra, los visitantes de la Casa Museo son recibidos por la impactante imagen de Rufino, en un retrato solemne frente al jeep que transportó a las valientes muchachas el 25 de noviembre de 1960.

La narrativa visual se enriquece con la presencia simbólica de tres hermosas mariposas, danzando en armonía alrededor de Rufino. Este poderoso simbolismo rinde homenaje a la valentía y el espíritu liberador que marcó aquel histórico día.

Este mural no solo inmortaliza la figura de Rufino de la Cruz, sino que también sirve como un faro cultural, iluminando la esencia y la trascendencia de su legado. Es más que una pintura; es un recordatorio eterno de la valentía que desencadenó un cambio significativo en nuestra historia.

Que esta obra de arte continúe inspirando generaciones venideras, recordándonos siempre el coraje que yace en la lucha por la justicia y la libertad. Un tributo que trasciende el tiempo y perpetúa la memoria de un héroe nacional que marcó nuestro camino hacia un futuro más justo y libre.»

 

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